martes, 14 de junio de 2011

Lucía cumple SEIS años

Lucía luce nueva mochila y Lidia, feliz, "hereda" la de su hermana.
Hoy hemos madrugado para ir a felicitar a la nieta mayor, Lucía, porque cumple seis años. Ya se estaban vistiendo para ir al Colegio. Han desayunado, y a Lucía, sus padres, le han regalado una mochila con ruedas para llevar los libros al colegio. Carmen, la pequeñaja, aún dormía. Lucía se ha puesto muy contenta, entretanto Lidia decía que ella también cumplía “cuatro años y medio”. Todos hemos cantado de buen mañana y les hemos acompañado en su desayuno.
He de decir que es una niña muy normal, pero también en muchas cosas modélica. Sobre todo en el comer, y en su afición al juego y al estudio. Me gusta recordarla aquí pues, entre tanta literatura sobre los hábitos alimentarios de los niños, ella, y sus hermanas, y su primo, bueno, mis nietos, desde siempre han aceptado muy bien todo tipo de alimentos, conforme se les han ido incorporando. Comen muy bien las verduras, la fruta, la leche y sus derivados (Lucía distingue muy bien los quesos bien afinados), y no digamos la carne, las lasañas que prepara su madre, o las patatas con leche (gratinadas al horno), herencia de su bisabuela. En realidad su madre hace una cocina familiar, tal como la aprendió en casa (ya se sabe, con La cocina de ELLAS). Hace unos años incorporó, con éxito, el libro “Cocinar en Familia” de Heston Blumenthal, la obra del mediático Heston, ejemplo que convierte en algo esencial la comida en familia, al menos, los fines de semana. Este libro, editado en nuestra editorial, está todavía por descubrir en España donde ya se tradujo al español el año 2002. Ahora también es objeto de promoción de Francia, en su edición inglesa. Y en el Reino Unido nunca deja de estar en los escaparates. La preocupación de Blumenthal por la buena alimentación de sus hijos va mucho más allá de su cocina molecular (expresión poco afortunada) por la que cada vez es más conocido.
Vuelvo sobre el cumpleaños de Lucía. Está muy entusiasmada con la canción que prepara para la fiesta de final de curso “Let's go fly a kite”, de Mary Poppins. Y yo me preocupo al ver unos niños que han nacido con la crisis, y para quienes desconozco el futuro que se les avecina. Será más problema de sus padres, pero los abuelos, esa categoría desconocida absolutamente hasta que llega como un don del cielo, nos impide dejar de pensar en su porvenir.
No sé si en su Colegio solo han pensado en el aparente lado infantil de la película, pero mira por donde el argumento también tiene mucho que ver con la crisis financiera, como también en la famosa “¡Qué bello es vivir!”.... En cualquier caso el final resulta feliz y la canción final, que Lucía ya entona muy bien, la interpretará con sus compañeros de clase, ajenos a la situación que todos estamos viviendo, y soñando con el vuelo de las cometas, y el de Mary Poppins.
Sus abuelos maternos le prepararemos para la comida de celebración un gazpacho, o mejor, esta vez un “Gazpachuelo”, siguiendo en parte a Blumenthal, secundando el momento en que este famoso cocinero decidió entregar su vida a la cocina, tras la visita con sus padres al Restaurante de Jean-Michel Lorain, “La Côte Saint Jacques”, en Joigny, tres estrellas, donde tomó ¡un gazpacho con mahonesa! Nosotros procuraremos degustar esa delicada sopa, aunque nos pegaremos un poco más a las versiones originales, con alguna variación, de nuestras tierras malagueñas.
Les dejo con el citado fragmento de Mary Poppins: 

domingo, 12 de junio de 2011

Excelentísimo Señor don Santi Santamaria


Tal vez sea un poco inaceptable tardar tanto en dirigirme a ti. He dejado pasar unos meses a ver qué tal te sentaba el nuevo título, y qué tal sentaba por esta tierra. Recibir la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil (Real Decreto 405/2011, de 18 de marzo, por el que se concede la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, a título póstumo, a don Santiago Santamaría i Puig) no es "moco de pavo". Un amigo muy experto en estas cuestiones me escribió que: "la Orden del Mérito Civil fue creada en 1926 y podría decirse que es la tercera distinción española en importancia, tras las órdenes de Carlos III e Isabel la Católica, lo que no es poco, teniendo en cuenta que nuestro país ¡tiene más de 50 condecoraciones de ámbito estatal!, es decir sin contar con el sinfín de distinciones autonómicas o tuteladas por otras Administraciones Públicas. Si como me dices le concedieron la Gran Cruz, quiere esto decir que, dejando a un lado el Collar, reservado a los Jefes de Estado y altos dignatarios, se trata de la categoría máxima dentro de la Orden, otorgada siempre por el Consejo de Ministros mediante Real Decreto. Lleva aparejado el tratamiento de "Excelentísimo Señor".
Naturalmente fue a título póstumo, difícil de otra manera. Pero tu familia estuvo muy orgullosa y cuantos te admiramos también.
Supongo que habrás tenido ocasión de celebrar semejante distinción, entre otros con Paco Ignacio Taibo I (1924-2008), a quien también le fue concedida por Real Decreto 134/2006, de 3 de febrero. Ojalá haya sido con una excelente fabada. Taibo está viviendo ahora una reedición de su obra "Breviario de la fabada", la misma que ya en 1981 publicara mi admirado Pepe Esteban.
He dudado un poco en la foto para encabezar este post, y por fin me he decidido por la última que te hice en la fiesta de los Cien Años de la Guía Michelin 2010, en el Mercado de San Miguel de Madrid. Joan Roca recibió su tercera, deseada y merecida estrella. Tuviste un entrañable encuentro con Joan Roca, y una conversación, breve, de la que fui testigo y que inmortalicé con mi máquina portátil. Aparecieron recuerdos de épocas de su estancia en tu casa y otros comentarios sensatos como corresponden a la imagen ponderada que caracteriza a Joan Roca. Al parecer, trabajando con gran entrega, “los Roca” disfrutan de días felices, por cierto con gran reconocimiento de todo el mundo. Muy pronto su hermano Jordi va a publicar un nuevo libro “Los postres de Jordi Roca, más de 80 dulces recetas concebidas en El Celler de Can Roca".