Tras unos meses donde he mantenido este blog "en construcción" reanudo la marcha marcada en los post previos que confío mantener a buen ritmo. Advierto que en buena manera mi referencia de base va a ser la vida y la obra de Dionisio Pérez, "Post-Thebussem", porque creo que en él confluyen o se entrecruzan una serie de caminos que vienen de años atrás, de todo cuanto concentra en torno a sí el Dr. Thebusssem (1828-1918), así como de todo cuanto arranca desde 1929 hasta nuestros días. Tengo el convencimiento, que quiero compartir, que de no ser así probablemente hasta la gastronomía y cocina españolas de nuestros días podría derrumbarse como un castillo de naipes. O lo que es lo mismo, como un ídolo con pies de barro. Veremos cómo defiendo esta hipótesis, sino tesis.
La fotografía que ilustra el post de hoy, en regular estado, se refiere a un acto celebrado el 30 de abril de 1929 en el Hotel Florida con motivo de la entrega del pergamino homenaje de gratitud y cariño a Teodoro Bardají -recibiendo el cuadro en su lado derecho-, a Alberto Insúa, y a Dionisio Pérez -en el centro de la imagen con sus gafas características de color oscuro-. El homenaje estaba promovido por el Sindicato Libre Profesional de Cocineros de Madrid. En el reverso de la invitación firmaban todos ellos y también el escritor y periodista Antonio Zozaya (Madrid, 1859-México,1943),"gran fervoroso de Vasconia y de su mesa", y autor del prólogo (por no decir breve ensayo) a la obra firmada por Ignacio Domènech,"La cocina vasca/Laurak-Bat". Por cierto escribe ahí Zozaya "pese a los majaderos que suponen que la Cocina es un arte inferior impropio de hombres, en tanto que aplauden a los imitadores de variedades, a bailarines afeminados y a escritores tiples, mal que parezca a quienes sublimizan con exceso a todo intento desgraciado de halagar la vista, el oído o el olfato, menospreciando el sentido del gusto, en el cual es posible, lo mismo que en los otros, despertar la emoción artística, como dijo literalmente Anatole France,..." Creo que con estos mimbres se podrá hacer una cesta. Ya veremos.
No me extiendo más. Voy a preparar con cuidado lo más elemental de la biografía de Dionisio Pérez Gutiérrez a ver si de una vez dejan de correr por numerosas páginas gastronómicas tantas banalidades de fácil recurso dedicadas a "Post-Thebussem" para nada. Trataré de convencer de la importancia de Dionisio Pérez, para lo que me apoyaré en la letra impresa de Luis Bello (Alba de Tormes,1872-Madrid, 1935) ese escritor y político, "quien fuera durante la Segunda República un gran Maestro Nacional y el primer estudioso con fines reformistas de la enseñanza en nuestro país."
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