sábado, 11 de febrero de 2012

España huele y sabe a trufa (I)


Trufas procedentes de una trufera natural, vecina a la Bodega Blecua de Viñas del Vero, 
por encima de los viñedos de Secastilla
Esta temporada no ha sido particularmente buena para las trufas. El calor del verano y la escasez de agua en los momentos precisos han condicionado una escasa cosecha. También los fríos de estas últimas semanas han dañado al preciado hongo que se aloja entre las raíces más superficiales de las encinas de la Ribagorza altoaragonesa. Pero, aún así, no han faltado trufas para, una vez más, festejar los "Días de Vino y Trufas" en la Bodega Blecua del Somontano. Un año más, desde el 2001, recibí el encargo de coordinar estos famosos Días de... Volví a repasar algunos de los mejores libros que sobre el tema se ofrecen en nuestra librería, ycomo cada año, subí a los altos viñedos de Secastilla y miré a la España culinaria para proponer quién pudiera ser el cocinero que oficiara la cocina de las trufas del 2012. La suerte y el honor recayó en Paco Morales Carmelo Bosque.
Los invitados a la mesa llegaron de todos los rincones de España y de apartados, aunque cercanos con el avión, territorios del norte de Europa. Entre los británicos me gusta citar a Fiona Beckett, la escritora y experta en vinos, quesos y gastronomía. Visitante ejemplar con su cuaderno de campo siempre abierto para llenarlo de anotaciones. Es conocida en España por sus libros traducidos, y también por quienes siguen sus habituales columnas en el diario The Guardian
Se agradece que un paladar y una pluma como la de Fiona Beckett reconozca que ha venido a nuestra tierra para degustar "Possibly the best truffle dinner ever". Carmelo Bosque, tan reconocido por tantos comensales que cada año acuden a la Taberna de Lillas Pastia para disfrutar de las trufas, poco manipuladas y  muy mimadas con un poco de calor y grasa, agradecerá este reconocimiento que le llega desde la Pérfida Albión, para compensar el que muchas veces no recibe de sus más próximos. A estas alturas supongo que ya no se recurre de modo tópico a tildar de pérfidos sólo a los ingleses, pues haberlos haylos por muchos sitios. Algunos citan a Pérez Galdós como autoridad para calificar de tal modo a Inglaterra. No sé ahora lo que don Benito pensaba. En cualquier caso diré que la cita pertenece a su episodio titulado "Bodas Reales", en cuyo capítulo XIX, se asiste al diálogo entre doña Leandra (singular personaje galdosiano) y Cristeta (quien dice que había trabajado para la infanta de España, Luisa-Carlota de Borbón-Dos Sicilias y Borbón, la misma que le propinó un par de bofetadas a Calomarde, quien por respuesta le dijo: "Señora, manos blancas no ofenden").
Es en esa conversación [que mantienen en el pórtico de la iglesia a donde no han querido entrar a rezar, porque ha podido más "el apetito de golosinas que la devoción", de modo que fueron a "comprar torrados y avellanas, y sentarse a roer y mascullar y escupir en los propios escalones de la iglesia"] donde con el realismo del autor tienen sus cuitas esos dos personajes sobre los posibles consortes reales. Cristeta afirma que tampoco parecía bien que el consorte viniera de la vecina y pequeña Portugal, porque, además, era amiga de "la enemiga de toda la cristiandad, que es la Inglaterra, esa puerca, ya lo sabe usted, a quien dan el mote de la pérfida Albión".
Próximamente seguiré contando algo sobre otros ilustres invitados llegados de Inglaterra.

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